. Si un milagro no lo remedia, y lo milagroso en estos tiempos de asfixia económica es conseguir financiación, dinero, nada de promesas aunque se plasmen en papeles firmados, la Vuelta al País Vasco, y con ella la Clásica de Donostia, se suspenderá irremediablemente y pasará a descansar en el panteón ciclista de las carreras perdidas siguiendo el camino de la Subida a Urkiola, la Bira o la Euskal Bizikleta, las tres últimas víctimas a las que nadie empujó cuando dejaron de dar pedales y se echaron a la cuneta. Allí murieron abandonadas. En eso está la ronda vasca, más cerca de la cuneta que otra cosa después de que los organizadores reconocieran su incapacidad para cubrir el actual presupuesto, cercano al millón de euros. Les faltan 150.000, y lo milagroso sería recopilarlos para, como fecha límite, el próximo miércoles. Si no llega esa inyección económica, asegura Jaime Ugarte, presidente de Organizaciones Ciclistas Euskadi, las dos pruebas borrarán su nombre del calendario interna
Fuente : DEIA